Por Steve Holland, Reuters.-
WASHINGTON, Estados Unidos.- Cuando el presidente Donald Trump llegó junto a su equipo a la fiesta con “hotdogs” y hamburguesas en la Casa Blanca para esperar los resultados de las elecciones legislativas del martes, ya estaba preparado para las malas noticias. Sus asesores trataban de que se centrara en ver el vaso medio lleno. Trump pasó gran parte del día pegado al teléfono, informándose con consejeros y amigos, hablando con funcionarios republicanos a nivel estatal y nacional y con expertos analistas políticos para tener un panorama claro de qué esperar. Lo que le dijeron fue que era probable que los republicanos perdieran el control de la Cámara de Representantes pero mantuvieran el del Senado, y que fortalecieran su estrecha mayoría. Por eso no fue un gran impacto cuando las proyecciones fueron concretándose de la manera prevista. “Es decepcionante pero no es una sorpresa”, declaró la estratega y asesora de Trump Kellyanne Conway.
La derrota en la Cámara de Representantes pondrá a Trump bajo severo escrutinio sobre su situación tributaria, sus negocios y su administración por parte de los demócratas. Además, es muy probable que pongan trabas a su agenda. En la fiesta de espera de los resultados, se mostró animado. En su único comentario público en la noche del martes escribió en Twitter: “Un tremendo éxito el de esta noche. ¡Gracias a todos!”
Ayer a la mañana el mandatario hizo un reconocimiento a los republicanos que salieron electos. “Los que trabajaron conmigo en esta increíble elección de medio mandato, acogiendo ciertas políticas y principios, lo hicieron muy bien. Aquellos que no, ¡digan adiós!”, dijo. “La de ayer fue una victoria muy grande y bajo toda la presión de medios molestos y hostiles”. Un asesor dijo que Trump probablemente no estaba preparado para la arremetida de investigaciones que los demócratas podrían comenzar.